miércoles, 9 de noviembre de 2016

Un Recuerdo


Un Recuerdo


Ayer viaje al antaño de mi memoria basándome en el punto cardinal que ha regido mi vida a través de estos años, haciéndome el fuerte, haciendo creer al mundo entero lo noble que soy, cuando en verdad sueló ser un tanto circunspecto, con una extraordinaria oposición hacia lo perfecto.
Posponiendo la cercanía al amor, un amor abierto a críticas, a verdades y mentiras, que susurra al oído, bajo el largo cabello, cortando los lazos que unían nuestros dedos, mandando al desierto nuestros planes y sueños, olvidando risas y recordando llantos.
Entonces me pregunto ¿Sería mejor la muerte? O ¿Es cierto que el tiempo lo cura todo?
Me dicen que hay puertas cuyo carpintero se esmeró,  y en algunas que han sido echas de metal, sin esfuerzo, y vuelvo a preguntar ¿Veré el corte de la luz en la tierra al corromper la llama de aquel amor?
Admito bajo este valle en forma de fuelle, que su boca induce a la mía a pecar, con ese perfecto y extrovertido beso, que me hace despojar aquellos miedos que fueron transformados por mentiras y críticas para tomar la verdad como virtud.
Recordando sus ojos brillar como oro con obvia admiración, viajando al inframundo para implantar nuestra voluntad.
Ahora regreso al presente, quiero expulsar tal emoción que me hace descender a la cisjordanía oscura.
Y ni el sacerdote sabe que incluso mis moléculas pecan al recordar tu largo cabello  cubriendo  tu cuerpo compuesto  por  cada mirada que pisaban mis ojos al observar como descendías al permitirme abrazarte.

-Samera Kimigton.

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